La validación emocional esa gran desconocida.
Nos han enseñado desde pequeñas a esconder y reprimir las emociones con frases como «no se llora por tonterías» «qué fea te pones cuando lloras» «cuando te calmes me avisas» «no te entiendo nada cuando lloras». Ahora ya se sabe que esto es perjudicial y que lo único que se consigue es la desconexión con nuestros hijxs y lo que es mas importante su desconexión con sus propias emociones.
Las emociones son inevitables y están ahí porque tienen una función adaptativa importante, nos avisan de que nuestro bienestar está siendo amenazado y también si son agradables nos ayudan a repetir esas experiencias placenteras.
No se pueden evitar y reprimirlas hace que al final salgan de otra forma más dañina para nosotras mismas o para los demás.
Además, el gran problema es que sólo buscamos la represión en los niñxs pequeñxs porque con adultos jamás les diríamos estas frases, no se nos ocurriría. Esto me preocupa mucho porque es claramente un comportamiento niñofóbico que hemos ido perpetrando generación tras generación y que creo que tiene que acabar YA.
Cada vez tengo mas claro que la felicidad es conseguir un buen equilibrio emocional en el que nos sintamos libres de expresar nuestras emociones sin miedo y que conectemos con ellas de forma saludable. El mayor objetivo de cualquier madre o padre es que sus hijos sean felices ¿no? pues empecemos a reflexionar sobre esto.
Os dejo un video que hicimos con las compañeras de disciplina positiva que es muy visual para que entendáis a lo que me refiero.
Puedes verlo aquí.
Espero que esta entrada te sirva para reflexionar a tí también.